La elección entre tampones y copas menstruales va más allá de la mera funcionalidad; es una decisión que abarca consideraciones de comodidad, salud, sostenibilidad y autoconciencia. Cada opción tiene sus propios seguidores apasionados, pero a medida que se profundiza en las diferencias clave y en las ventajas que ofrece la copa menstrual, es difícil pasar por alto la transformación que ha introducido en la forma en que las personas abordan su menstruación.

En este artículo, veremos las cinco principales diferencias entre los tampones y las copas menstruales. Más allá de una simple comparación, te contaremos por qué la copa menstrual ha ganado terreno y ha ganado el elogio de tantas personas en todo el mundo. Desde su comodidad y duración excepcionales hasta su impacto ambiental positivo, pasando por las consideraciones económicas y de salud, la copa menstrual destaca entre su competencia.

1. Comodidad y duración

Los tampones, aunque son prácticos, pueden causar sequedad y molestias debido a la absorción de la humedad natural. Además, deben cambiarse cada pocas horas para evitar el riesgo de síndrome de shock tóxico (TSS por sus siglas en inglés), una complicación rara pero grave. Por otro lado, las copas menstruales están hechas de silicona médica o elastómero termoplástico, lo que las hace más cómodas, ya que no absorben la humedad vaginal. Pueden usarse hasta 12 horas seguidas, lo que las convierte en una opción conveniente para la noche y los días ocupados.

 2. Impacto ambiental

Uno de los aspectos más destacados de las copas menstruales es su menor impacto ambiental en comparación con los tampones desechables. Los tampones generan una cantidad significativa de desechos debido a su frecuente cambio y embalaje. En contraste, una sola copa menstrual puede durar años con el cuidado adecuado. Al optar por la copa menstrual, se reduce drásticamente la cantidad de productos desechables que terminan en vertederos.

3. Costo económico

Aunque el costo inicial de una copa menstrual puede ser más alto que el de un paquete de tampones, a largo plazo, la inversión en una copa menstrual resulta más económica. Dado que las copas menstruales son reutilizables, no es necesario comprar productos menstruales con regularidad. Esto puede suponer un ahorro significativo a lo largo de los años.

4. Menos riesgo de irritación y alergias

Los tampones están hechos de algodón y pueden contener químicos y fragancias que aumentan el riesgo de irritación y alergias en algunas personas. Las copas menstruales, en cambio, están fabricadas con materiales hipoalergénicos, lo que las hace menos propensas a causar reacciones adversas. Esto es especialmente importante para aquellas personas con piel sensible o alergias conocidas.

5. Conciencia corporal y autoconocimiento

Usar una copa menstrual fomenta una mayor conexión con el propio cuerpo. A medida que las mujeres aprenden a insertar, colocar y quitar la copa, pueden adquirir un mayor conocimiento sobre la anatomía y el ciclo menstrual. Esto puede tener un impacto positivo en la forma en que se comprende y se relaciona con el propio cuerpo. 

Conclusión 

Si estás buscando una alternativa más cómoda, económica, amigable con el medio ambiente y menos propensa a causar irritación, la copa menstrual podría ser la mejor opción para ti. Aunque cada mujer es diferente y tiene necesidades únicas, es evidente que las copas menstruales ofrecen una serie de ventajas significativas sobre los tampones. Antes de tomar una decisión, es importante investigar y considerar tus preferencias personales, pero definitivamente vale la pena explorar la opción de la copa menstrual como una alternativa más saludable y sostenible.
Recuerda que en Lubba contamos con dos modelos diferentes de copas menstruales para que puedas tener un producto que te haga sentir más cómoda en esos días difíciles.