Cada junio, las calles de México se llenan de color, música y reivindicación con las marchas del Orgullo LGBT+. Este 2025 no es la excepción: miles de personas se congregan en ciudades como Ciudad de México, Guadalajara, Aguascalientes y Mérida para celebrar la diversidad y exigir igualdad de derechos. Pero detrás de la fiesta, hay una historia de lucha y una realidad que aún exige atención.
Un recorrido histórico
La primera Marcha del Orgullo en México se realizó en 1979 en la Ciudad de México, organizada por colectivos como el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria y el Grupo Lambda de Liberación Homosexual. Con consignas como “¡No hay libertad política si no hay libertad sexual!”, este evento marcó el inicio de una lucha por los derechos de la comunidad LGBT+ en el país.
Desde entonces, el movimiento ha crecido y se ha diversificado. En Guadalajara, por ejemplo, la Marcha del Orgullo LGBT comenzó en 1996 y ha llegado a reunir a más de 100,000 personas en sus ediciones recientes . En Aguascalientes, la marcha inició en 2003 y ha ganado visibilidad, alcanzando más de 15,000 asistentes en 2023 .
Logros significativos
A lo largo de los años, la comunidad LGBT+ en México ha logrado avances importantes:
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Reconocimiento legal de la identidad de género: 20 estados han reformado sus leyes para permitir que las personas trans realicen cambios en sus documentos oficiales de acuerdo con su identidad de género.
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Identidad no binaria: Desde 2022, México reconoce la identidad no binaria en documentos oficiales, permitiendo que las personas que no se identifican como hombre o mujer puedan reflejar su identidad en actas de nacimiento y credenciales para votar.
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Matrimonio igualitario: A la fecha, 24 estados han legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo, gracias en parte a la presión del activismo y mandatos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La importancia de la visibilidad
Hablar del Orgullo en México es esencial para visibilizar a una comunidad que, a pesar de los avances, sigue enfrentando discriminación y violencia. La visibilidad no solo celebra la diversidad, sino que también educa y sensibiliza a la sociedad en general sobre los derechos y desafíos que enfrenta la comunidad LGBT+.
Estadísticas preocupantes
A pesar de los logros, la discriminación y la violencia persisten:
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Crímenes de odio: En 2022, se registraron 62 casos de asesinatos, suicidios y atentados contra personas LGBT+ en México, siendo las mujeres trans y hombres gay los más afectados.
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Discriminación laboral: Solo el 4.6% de la comunidad LGBT+ ocupa cargos directivos o jefaturas en México. Además, el 28.1% ha recibido trato discriminatorio en su lugar de trabajo.
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Impacto económico: La discriminación por orientación sexual le cuesta a la economía mexicana cerca de 80,000 millones de dólares, según la Federación Mexicana de Empresarios LGBT
Conclusión
El Orgullo LGBT+ en México es más que una celebración; es una manifestación de resistencia, visibilidad y demanda de derechos. Aunque se han logrado avances significativos, aún queda mucho por hacer para erradicar la discriminación y la violencia. La visibilidad y el activismo continúan siendo herramientas fundamentales para construir una sociedad más justa e inclusiva.