A veces, es difícil reconocer las red flags en una relación, sobre todo cuando estamos enamorados o ilusionados. Sin embargo, es importante estar atentos a esos indicios que nos muestran que nuestra relación no es sana, ni equitativa, ni feliz.
En este blog, te voy a compartir 5 red flags en una relación que no debes ignorar, y que pueden indicarte que es hora de poner fin a esa relación o de buscar ayuda profesional.
1. Falta de comunicación
La comunicación es la base de toda relación. Sin ella, no hay confianza, ni comprensión, ni resolución de conflictos. Si tu pareja no te habla, no te escucha, no te expresa sus sentimientos, o te miente, estás ante una señal de alerta.
Una pareja que no se comunica, se aleja, se desconecta y se pierde el interés. Además, la falta de comunicación puede generar malentendidos, frustraciones y resentimientos. Por eso, es fundamental que tu pareja y tú se hablen con honestidad, respeto y empatía.
¿Cómo puedes mejorar la comunicación con tu pareja? Aquí te doy algunos consejos:
- Dedica tiempo de calidad a tu pareja, sin distracciones ni interrupciones. Busca un momento y un lugar adecuados para conversar tranquilamente.
- Exprésale a tu pareja lo que sientes, lo que piensas, lo que necesitas y lo que esperas de la relación. No des por hecho que tu pareja sabe lo que quieres o lo que te molesta. Sé claro y directo, pero sin agredir ni culpar.
- Escucha activamente a tu pareja, sin juzgar, sin interrumpir, sin dar consejos no solicitados. Presta atención a lo que dice, a cómo lo dice y a lo que no dice. Haz preguntas para aclarar dudas o para profundizar en el tema. Muestra interés y comprensión por lo que siente y piensa tu pareja.
- Resuelve los conflictos de forma constructiva, sin gritar, sin insultar, sin amenazar. Busca un punto de acuerdo, o al menos, de respeto. Reconoce tus errores y pide perdón si es necesario. No guardes rencor ni saques temas del pasado.
2. Celos y control
Los celos y el control son dos de los comportamientos más tóxicos y destructivos en una relación. Si tu pareja te cela, te controla, te manipula, te aísla, o te prohíbe hacer cosas, estás ante una red flag.
Una pareja que te cela y te controla, no te quiere, te posee. Además, los celos y el control pueden derivar en violencia física, psicológica o sexual. Por eso, es imprescindible que tu pareja y tú se respeten, se confíen y se den libertad.
¿Cómo puedes lidiar con los celos y el control de tu pareja? Aquí te doy algunos consejos:
- Establece límites claros y firmes con tu pareja, y hazle saber lo que no estás dispuesto a tolerar. No permitas que tu pareja invada tu privacidad, tu espacio o tu tiempo. No renuncies a tus amigos, a tu familia, a tu trabajo o a tus hobbies por complacer a tu pareja.
- Refuerza tu autoestima y tu seguridad, y no dejes que tu pareja te haga sentir inferior, culpable o dependiente. Valora tus cualidades, tus logros y tus sueños. Busca apoyo en las personas que te quieren y te respetan. No te aísles ni te encierres en la relación.
- Busca ayuda profesional si los celos y el control de tu pareja son excesivos o violentos, y si te hacen sentir miedo, angustia o tristeza. No te quedes callado, ni te conformes, ni te culpes. Recuerda que los celos y el control no son muestras de amor, sino de inseguridad, posesión y agresión.
3. Falta de apoyo
El apoyo es uno de los pilares de toda relación. Sin él, no hay solidaridad, ni motivación, ni crecimiento. Si tu pareja no te apoya, no te anima, no te valora, o te critica, estás ante una señal de alerta.
Una pareja que no te apoya, te frena, te desanima y te hace sentir mal. Además, la falta de apoyo puede generar inseguridad, baja autoestima y depresión. Por eso, es esencial que tu pareja y tú se apoyen, se alienten y se reconozcan.
¿Cómo puedes recibir y dar apoyo a tu pareja? Aquí te doy algunos consejos:
- Reconoce y celebra los logros de tu pareja, por pequeños que sean. Felicítala, alábala, agradécele. No minimices, ni compares, ni envidies lo que hace tu pareja. Sé su fan número uno, y muéstrale tu orgullo y tu admiración.
- Acompaña y ayuda a tu pareja en sus dificultades, por grandes que sean. Consuélala, escúchala, abrázala. No la juzgues, ni la presiones, ni la abandones cuando más te necesita. Sé su refugio, su cómplice, su aliado.
- Respeta y apoya los proyectos de tu pareja, por diferentes que sean a los tuyos. Anímala, motívala, oriéntala. No la desanimes, ni la sabotees, ni la obligues a hacer lo que tú quieres. Sé su cómplice, su inspiración, su guía.
4. Falta de intimidad
La intimidad es uno de los elementos que distinguen una relación de pareja de una amistad. Sin ella, no hay pasión, ni conexión, ni placer. Si tu pareja no te besa, no te abraza, no te acaricia, o no te desea, estás ante una señal de alerta.
Una pareja que no tiene intimidad, se enfría, se distancia y se aburre. Además, la falta de intimidad puede generar insatisfacción, infidelidad y ruptura. Por eso, es necesario que tu pareja y tú se besen, se abracen, se acaricien y se deseen.
¿Cómo puedes mejorar la intimidad con tu pareja? Aquí te doy algunos consejos:
- Dedica tiempo de calidad a tu pareja, sin distracciones ni interrupciones. Busca un momento y un lugar adecuados para estar a solas y disfrutar el uno del otro. No dejes que la rutina, el estrés o el cansancio te alejen de tu pareja.
- Exprésale a tu pareja lo que te gusta, lo que te excita, lo que te hace feliz en la cama. No des por hecho que tu pareja sabe lo que quieres o lo que te molesta. Sé claro y directo, pero sin exigir ni presionar. Explora y experimenta nuevas formas de dar y recibir placer.
- Escucha activamente a tu pareja, sin juzgar, sin interrumpir, sin dar consejos no solicitados. Presta atención a lo que dice, a cómo lo dice y a lo que no dice. Haz preguntas para aclarar dudas o para profundizar en el tema. Muestra interés y comprensión por lo que siente y piensa tu pareja.
- Resuelve los conflictos de forma constructiva, sin gritar, sin insultar, sin amenazar. Busca un punto de acuerdo, o al menos, de respeto. Reconoce tus errores y pide perdón si es necesario. No guardes rencor ni saques temas del pasado.
5. Falta de respeto
El respeto es el valor más importante de toda relación. Sin él, no hay amor, ni dignidad, ni paz. Si tu pareja no te respeta, te insulta, te humilla, te golpea, o te engaña, estás ante una señal de alerta.
Una pareja que no te respeta, te daña, te ofende y te hace sufrir. Además, la falta de respeto puede generar odio, rencor y venganza. Por eso, es indispensable que tu pareja y tú se respeten, se quieran y se cuiden.
¿Cómo puedes fomentar el respeto en tu relación? Aquí te doy algunos consejos:
- Trata a tu pareja como te gustaría que te trataran a ti, con amor, con cariño, con consideración. No le hagas a tu pareja lo que no te gustaría que te hicieran a ti, como insultar, humillar, golpear o engañar. Sé coherente entre lo que dices y lo que haces.
- Acepta a tu pareja como es, con sus virtudes y sus defectos, sin intentar cambiarla, ni criticarla, ni juzgarla. Valora sus diferencias, sus opiniones, sus gustos, sus decisiones. No impongas tu forma de pensar, de sentir, de actuar o de vivir.
- Cuida a tu pareja, con gestos, con palabras, con detalles, con sorpresas. Demuéstrale tu amor, tu admiración, tu agradecimiento, tu respeto. No des por hecho que tu pareja sabe lo que sientes o lo que piensas. Exprésale tus sentimientos y tus pensamientos.
Conclusión
Estas son solo algunas de las red flags en una relación que no debes ignorar. Si reconoces alguna de ellas en tu relación, no te quedes callado, ni te conformes, ni te culpes. Busca ayuda, habla con alguien de confianza, o termina con esa relación.
En Lubba sabemos que tú mereces una relación sana, equitativa y feliz, donde te sientas queridx, respetadx y apoyadx. No dejes que nadie te haga creer lo contrario. Tú vales mucho, y tienes derecho a ser feliz.
